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Mostrando entradas de septiembre, 2014

El escéptico orgulloso

Nació en Kenia, pero su época infantil y africana duró poco: a los ocho años se había mudado a Londres y seguramente ya había descubierto que la historia de Papá Noel tenía muy poca lógica: “¿cuántas chimeneas por minuto tendría que recorrer ese hombre viejo y regordete para terminar en una noche de repartir todos esos regalos?” El biólogo Richard Dawkins, que estos días está en Tenerife participando en el Festival Starmus, es un escéptico convencido que quiere convencer. Sus dogmas son dos: no existe Dios y la mayoría de los mortales arrastra una carencia contra la que hay que luchar: no sabe pensar. Cada vez que atiende a un periodista o que tuitea repite su alegato en favor del escepticismo y del raciocinio. En 2009 dejó patente su modo de entender el mundo con una llamativa publicidad en las guaguas londinenses que decía “Probablemente no hay Dios. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. En tiempos del auge del Tea Party, su mensaje no ha pasado inadvertido: este enamorado de

Los sordos: la ficción como crítica brutal de Guatemala

“Hay quien divide a los escritores en dos: los que tratan de explicar algo y los que tratan de explicarse algo. Yo soy de la segunda clase. No sé más que el lector al que estoy hablando. Escarbo mientras escribo”. De esta manera definía su trabajo el escritor Rodrigo Rey Rosa en una entrevista para El País tras la publicación de Los sordos, su última novela, que fue publicada por Alfaguara en septiembre de 2012. El guatemalteco, definido por Roberto Bolaño como “un maestro consumado, el mejor de mi generación”, comienza esta historia con dos desapariciones: la de un niño sordo en un pueblo del interior y la de Clara, la hija de un banquero rico pero despreciable. A partir de ahí la trama se vuelve cada vez más compleja y rica, no solo por los intereses y las motivaciones que mueven a los implicados en los dos sucesos, sino por la forma en que todos los acontecimientos están adheridos a la propia geografía e historia de Guatemala, un país donde los guardaespaldas son una clase soci

¿Entiendes tu violencia?

Recibió el galardón de Cannes al mejor guion pero no llegó a ser estrenada en su país. Un toque de violencia , la película del director Jia Zhang-ke , cuya censura fue denunciada por muchos de sus compañeros en la versión china de los Oscar y se estrenó este fin de semana en Tenerife Espacio de las Artes, es una dura crítica a la corrupción imperante en un país que no deja de crecer, pero donde una inmensa mayoría de la población vive en la miseria. El filme, compuesto de varias historias, tiene un objetivo claro: denunciar los efectos de la desigualdad en una de las economías más potentes del mundo. Los cuatro casos que se desarrrollan en las más de dos horas que dura la película están basados en hechos reales, pero no lo parecen. En cada uno de ellos se muestra cómo la opresión que sufren millones de chinos por la corrupción generalizada termina alumbrando situaciones dramáticas. Todas las historias son trágicas cuando comienzan, pero son devastadoras cuando llegan a su fin. Las