Podría enumerar muchas de las cosas que me (nos) enseñó, pero me voy a quedar con una: la responsabilidad de aprender. El periodista no puede ejercer su profesión si no adquiere el compromiso de aprender todos los días, para informar y para opinar. Si no, la honradez no existe. Nadie me lo ha demostrado tanto como él. Ayer nos enteramos de que el Premio Canarias de Comunicación de 2013 es para Leopoldo Fernández. La redacción se alegró, pero en realidad ya le había otorgado ese premio mucho antes. Después de conocer el galardón, Leopoldo estuvo en su habitual tertulia de Teide Radio. Nadie se quiso perder ese momento.