Me gusta encontrar a personas con las que tengo algo en común y me gusta ayudar a que esos proyectos se pongan en marcha. Quizás por eso desde hace tiempo me siento como una especie de micromecenas del periodismo español. Cada vez que encuentro un periódico, revista o semanario que me entusiasma me siento tentada a suscribirme. Y esa tentación suele traducirse en que saque mi tarjeta de la cartera y escriba todos los dígitos de manera automática. A veces soy un poco tonta, porque incluso cuando algunos de esos medios empiezan a decepcionarme al intentar decirme cómo debo pensar, sigo pagando. Trato de concentrarme en lo que me aportan y en lo difícil que es hacer bien este oficio en tiempos en los que nos quieren convencer de que a casi nadie le importa el periodismo. En otras palabras, me gasto mi dinero en distintos medios porque no solo me gusta mi trabajo, sino que creo en él y en muchos periodistas que cada día, con más pena que gloria, hacen un trabajo excelente. Lo hago casi ...