A Javier Cercas le costó años decidir si escribiría la historia de Enric Marco, un nonagenario barcelonés que se hizo pasar por un sobreviviente de los campos de concentración nazi y que fue desenmascarado en 2005, mucho tiempo después de que se hubiera convertido en presidente de la asociación española de víctimas y en conferenciante estrella. La historia le planteaba un gran dilema: no sabía si era correcto o no retratar a un hombre que había hecho del autoengaño y la mentira una forma de vida y que había generado tanto dolor entre los familiares y las víctimas reales del Holocausto. Habló con historiadores y escritores, conoció al propio Marco mucho tiempo antes de decidir que contaría su invento, vio en primicia el primer documental que se hizo sobre el personaje, conversó con uno de sus creadores, y siempre llegaba a la misma conclusión incómoda: si acababa firmando ese libro, si entrevistaba incontables veces a Marco, tendría que ponerse en su lugar, debería hacer lo posible por ...