En el año 2001 apenas había tiendas de discos en Sevilla. En el centro, colonizado por el Corte Inglés, solo había un espacio -de dos plantas- para Sevilla Rock. No era una cadena, aunque tenía su tienda gemela, Madrid Rock. Cuando llegué a Sevilla vivía muy cerca y pasaba a diario por su puerta. A veces entraba y otras pasaba de largo rumbo a la facultad, pero siempre solía estar llena. No duró demasiado. Imagino que no fue capaz de soportar la fuerte competencia y solo continuó abierta algunos años. No más de cuatro. Entonces, si callejeabas, podías encontrar alguna otra tienda pequeña, regentada por algún romántico empeñado en vender canciones. Pero la música, en general, era patrimonio de El Corte Inglés. No había sitio para historias como la de Alta Fidelidad. En Tenerife, el panorama era bien distinto. Entonces los discos no se compraban en centros comerciales. En La Laguna había, al menos, tres tiendas especializadas. La crisis de la industria tardó un poco...